Jaguar
Tiggy
Yo soy un jaguar también, soy el felino más antiguo del Centro de Rescate, me llamo TIGGY. Llegué en el año 1992, unos señores en Nicaragua mataron a mi mama para sacarle la piel, y a mi me estaban vendiendo con apenas 3 meses de edad. Se enteraron que Doña Lilly tenía varios animales silvestres (en algunos casos los compraba para salvarles la vida) y trataron de venderme a ella. Ella aceptó y coordinó el encuentro al cual aviso a la policía; y quienes llegaron a decomisarme. Ya soy un individuo muy viejito, usualmente en estado silvestre mi especie vive entre 13-15 años. Aquí he logrado vivir más años debido al excelente cuido y alimentación que me han dado.
Rafa
Mi nombre es RAFA, fui entregado a funcionarios del Área de Conservación Arenal Tempisque (SINAC-MINAET), cuando tenía 3 meses en Mayo del 1999. Unos finqueros mataron a mi madre por haber estado matando ganado en una finca en San Rafael de Guatuso de Upala. Llegué muy lastimado de mis dientes de leche, debido a que me amarraron un palo en su hocico para que no mordiera. Doña Lilly me alimento 6 meses con una sonda, mientras regeneraba mis dientes. Debido a que soy un felino grande, no puedo ser devuelto a mi hábitat natural, pues normalmente nosotros los jaguares vivimos 2 años con nuestras madres mientras aprendemos a cazar y sobrevivir en el bosque. El Centro de Rescate no tiene la capacidad para hacer cumplir esas necesidades ni asegurar nuestra sobrevivencia si nos liberan, por eso tratan de darnos una mejor calidad de vida aquí.
Curubanda
Mi nombre es CURUBANDA, fui rescata en Noviembre del 2013 con apenas 10 meses de edad en unas parcelas del IDA cerca al Volcán Rincón de la Vieja. Una noche llegué pérdida buscando alimento y a mi madre. Las personas se asustaron y me persiguieron con perros y encerraron en un gallinero‚ mientras llamaban a funcionarios del ACG-SINAC para que me vinieran a sacar de ahí. Yo estaba tan débil que cuando llegaron junto con la veterinaria del Centro de Rescate no hubo necesidad de anestesiarme. Investigadores y el personal del Centro tenían la fe de recuperarme y poderme reintroducir de nuevo al bosque; sin embargo después de varias semanas de observación se dieron cuenta que tenía problemas de visión y por lo tanto era un riesgo liberarme pues no iba a sobrevivir sola y sería una presa fácil para el ser humano. Gracias al esfuerzo del personal del Centro de Rescate Las Pumas ahora me he recuperado y estoy fuerte‚ y tengo una casa la cual acondicionado simulando un bosque natural.